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El Corán y la embriología: El embrión parcialmente formado y parcialmente sin formar

El Corán y la embriología: El embrión parcialmente formado y parcialmente sin formar

En la etapa de mudgah, si se hiciera una incisión en el embrión y se diseccionaran los órganos, se vería que la mayoría de ellos están formados, pero algunos no se han terminado de formar completamente. De acuerdo con el Prof. Johnson, si describimos al embrión como una creación completa, sólo estaríamos describiendo la parte que ya está finalizada; y si lo describimos como una creación incompleta, sólo hablaríamos de lo que no ha sido formado aún. Entonces, ¿es una creación completa o no? No hay mejor descripción de esta fase de la embriogénesis (“parcialmente formado y parcialmente sin formar”) que la que encontramos en el Corán: {¡Gentes!, si dudan acerca de la resurrección, [sepan que] los creamos de polvo [la primera vez, cuando creamos a Adán], y [después creamos a su descendencia] de una pequeña cantidad de esperma (nutfah) que se transforma en un coágulo adherente (‘alaqah) que luego se convierte en una masa con la apariencia de un pedazo de carne masticada (mudgah), en parte formada y en parte no; así les mostramos [Nuestro poder para crearlos de nuevo]. Y fijamos en el útero lo que queremos durante un tiempo determinado, y después hacemos que nazcan y crezcan hasta llegar a la madurez. Algunos de ustedes mueren antes de alcanzarla y otros llegan a la edad más débil (la vejez), durante la que olvidan todo el conocimiento que habían adquirido. Y verás cómo la tierra árida se estremece y se hincha cuando la lluvia se precipita sobre ella haciendo que brote todo tipo de bellas plantas.} [Corán 22:5] Sabemos científicamente que en esta temprana etapa del desarrollo hay algunas células diferenciadas y otras no: algunos órganos están formados, y otros todavía no.

El Corán y la embriología: El feto protegido por tres velos de oscuridad

El Corán y la embriología: El feto protegido por tres velos de oscuridad

{Los creó de un solo ser [Adán] y de Este creó a su pareja; y dispuso para ustedes cuatro tipos de ganado [compuestos por macho y hembra: el bovino, el caprino, el ovino, y el de los camélidos]. Los crea en el vientre de sus madres, en el que pasan por diferentes etapas envueltos en tres tinieblas. Ese es Allah, su Señor; Suyo es el dominio absoluto de todo. No existe nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Él. ¿Por qué se alejan, pues [de Él]?} [Corán 39:6] De acuerdo con el profesor Keith Moore, esas tres tinieblas en el Corán son: (i) La pared abdominal anterior de la madre. (ii) La pared uterina. (iii) La membrana amniocoriónica. Etapas embrionarias {Y, ciertamente, creamos al [primer] hombre de un extracto de barro. Después hicimos que el hombre [la descendencia de Adán] proviniese de una pequeña cantidad de esperma (nutfah) que fijamos en un lugar seguro (el útero). A continuación, hicimos que se convirtiese en un coágulo (‘alaqah), y el coágulo en una masa parecida a un trozo de carne masticada (mudgah); y a partir de esta creamos los huesos y revestimos, después, la carne. Finalmente insuflamos el alma y creamos así un nuevo ser. ¡Bendito sea Allah, el Creador Supremo!} [Corán 23:12-14] En este versículo, Allah declara que el hombre es creado de una pequeña cantidad de líquido, el cual es colocado en un lugar de descanso, bien fijado (o establecido, resguardado), para lo cual se usa la frase árabe qaraarin makin. El útero está bien protegido por la columna vertebral, la cual está afirmada por los músculos posteriores. El embrión está además protegido por el saco amniótico con el líquido del mismo nombre. De esta forma, el feto tiene un lugar bien protegido para desarrollarse. Aquella pequeña cantidad de líquido mencionada antes se convierte en ‘alaqah, algo que cuelga; también significa una sustancia como una sanguijuela. Ambas descripciones son científicamente aceptables, ya que en las etapas tempranas el feto cuelga de la pared, y también se asemeja en su forma a una sanguijuela. Se comporta también como ella (al chupar la sangre) y adquiere su suministro de sangre de la madre a través de la placenta. El tercer significado de ‘alaqah es de un coágulo de sangre. Durante esa etapa, la cual va de la tercera a la cuarta semana del embarazo, la sangre se coagula dentro de los vasos sanguíneos cerrados. Por lo tanto, el embrión adquiere la apariencia de un coágulo de sangre y, al mismo tiempo, la de una sanguijuela. Comparemos el conocimiento coránico fácilmente disponible con el esfuerzo del ser humano por lograr descubrimientos científicos.

El Corán y la embriología: Determinación del sexo

El Corán y la embriología: Determinación del sexo

El sexo de un feto es determinado por la naturaleza del esperma y no del óvulo. El sexo del niño, sea masculino o femenino, depende de si el vigésimo tercer par de cromosomas es XX o XY respectivamente. En principio, la determinación del sexo ocurre en el momento de la fertilización y depende del tipo de cromosoma de sexo en el esperma que fertiliza el óvulo. Si es un esperma que lleva una X el que fertiliza el óvulo, el feto será mujer; y si es uno que lleva una Y, el feto será hombre. {Y Él es Quien creó las parejas, macho y hembra, a partir de una mínima cantidad de esperma eyaculada.} [Corán 53:45-46] La palabra árabe nutfah significa “una mínima cantidad de líquido”, y tumnaa significa “eyaculado” o “plantado”. Por consecuencia, nutfah se refiere específicamente al esperma, debido a que es eyaculado. El Corán dice: {¿Acaso no era el hombre una insignificante cantidad de esperma eyaculada y se convirtió, después, en un coágulo y luego Allah le dio una forma armoniosa e hizo que los dos sexos, hombre o mujer, se formaran a partir de tal creación?} [Corán 75:37-39] Aquí se menciona nuevamente que una pequeña cantidad (gota) de semen (indicada por la palabra nutfatan min maniin), la cual proviene del hombre, es responsable por el sexo del feto. En el subcontinente indio, las suegras generalmente prefieren tener nietos varones y suelen culpar a sus nueras si el bebé no es varón. ¡Si tan sólo supieran que el factor determinante es la naturaleza del esperma masculino y no el óvulo femenino! ¡De culpar a alguien, deberían culpar a sus hijos, no a sus nueras, ya que tanto el Corán como la ciencia sostienen que el fluido masculino es responsable por el sexo del hijo!

El Corán y la embriología: Los musulmanes buscan respuestas

El Corán y la embriología: Los musulmanes buscan respuestas

Un grupo de sabios musulmanes, bajo la dirección de un eminente erudito yemení, el Shaij Abdul Mayid Azzindani, recolectó información concerniente a la embriología y otras ciencias en el Corán y los hadices auténticos, y la tradujeron al inglés. Luego siguieron el consejo coránico: {Pregunten a quienes tienen conocimiento sobre las Escrituras anteriores, si no lo saben.} [Corán 16:43] Juntaron toda esa información del Corán y los hadices auténticos relacionada con la embriología, y luego la tradujeron al inglés, y se la presentaron al Prof. Dr. Keith Moore, profesor de embriología y presidente del Departamento de Anatomía en la Universidad de Toronto, en Canadá. Él es una de las autoridades más renombradas en el campo de la embriología. Se le pidió que diera su opinión sobre el material presentado. Luego de examinarlo cuidadosamente, el Dr. Moore dijo que la mayor parte de la información relacionada a embriología mencionada en el Corán y los hadices concuerda perfectamente con los descubrimientos modernos en ese campo y no se contradice con ellos de ninguna forma. Agregó que había algunos versículos, sin embargo, sobre cuya exactitud científica no podía hacer comentario, no podía decir si eran falsos o verdaderos, ya que él mismo no estaba al tanto de la información que contenían. No había tampoco mención de esa información en los trabajos modernos y estudios sobre embriología. Uno de esos versículos es: {¡Lee! [¡oh Muhammad!] En el nombre de tu Señor, Quien creó todas las cosas. Creó al hombre de un coágulo adherente.} [Corán 96:1-2] La palabra árabe ‘alaq, además de significar “un coágulo congelado de sangre”, también significa “algo que cuelga”, una sustancia como una sanguijuela. El Dr. Keith Moore no tenía conocimiento sobre si un embrión en sus fases iniciales parecía como una sanguijuela. Para verificar esto, estudió el embrión con un microscopio poderoso y comparó lo que vio con el diagrama de una sanguijuela. ¡Estaba sorprendido por la increíble semejanza entre los dos! De la misma manera, adquirió más información sobre embriología extraída del Corán, que hasta entonces él no conocía. El Dr. Keith Moore respondió cerca de ochenta preguntas relacionadas a los datos embriológicos mencionados en el Corán y los hadices. Al notar que la información que se encuentra en ellos concordaba de lleno con los últimos descubrimientos al respecto, el Prof. Moore dijo: “Si me hubieran hecho las mismas preguntas hace treinta años, no habría podido responder la mitad de ellas por falta de datos científicos”. En 1981, durante la Séptima Conferencia Médica en Dammam, Arabia Saudita, el mismo Dr. Moore dijo: “Ha sido para mí un gran placer ayudar a aclarar declaraciones en el Corán sobre el desarrollo humano. Resulta claro que las mismas deben haber venido a Muhammad de parte de Dios, o Allah, ya que casi todo ese conocimiento no fue descubierto sino muchos siglos después. Esto comprueba que Muhammad tuvo que haber sido un Mensajero de Dios, o Allah”.

Fisiología: La circulación de la sangre y la leche

Fisiología: La circulación de la sangre y la leche

El Corán fue revelado 600 antes de que el científico musulmán Ibn Nafís describiera la circulación de la sangre y 1.000 años antes de que William Harwey llevara esa información al mundo occidental. Cerca de trece siglos antes de que se supiera lo que pasa en los intestinos para asegurar que los órganos estén nutridos por el proceso de absorción digestiva, un versículo en el Corán describió la fuente de los constituyentes de la leche, en concordancia con esas nociones. Para comprender el versículo coránico relacionado a los conceptos arriba mencionados, es importante saber que ocurren reacciones químicas en el intestino y que, desde allí, las sustancias extraídas de la comida pasan al torrente sanguíneo a través de un sistema complejo; a veces vía el hígado, dependiendo de su naturaleza química. La sangre transporta esas sustancias a todos los órganos del cuerpo, entre los cuales están las glándulas mamarias que producen leche. En términos simples, ciertas sustancias de los contenidos del intestino entran en los depósitos de la pared intestinal misma, y son luego transportadas por la sangre a los diferentes órganos. Este concepto fisiológico debe ser comprendido si queremos entender las siguientes palabras del Corán: {En los ganados tienen ustedes un ejemplo [del poder divino]. Les damos de beber de lo que se produce en sus vientres, de entre las heces y la sangre, una leche pura [y agradable], fácil de beber.} [Corán 16:66]  {Y, en verdad, tienen un motivo de reflexión en el ganado. Les damos de beber de lo que hay en sus entrañas [la leche], les aportan muchos beneficios y comen de ellos.} [Corán 23:21]

La miel como medicina: una cura para la humanidad

La miel como medicina: una cura para la humanidad

La abeja asimila jugos de varios tipos de flores y frutas y forma la miel dentro de su cuerpo, la cual deposita en sus celdas de cera. Sólo hace unos pocos siglos supieron los humanos que la miel proviene del abdomen de la abeja. Pero esto fue mencionado en el Corán hace 1.400 años en el siguiente versículo: {De sus entrañas sale un jarabe de color variable [la miel] que contiene una cura para los hombres. Ciertamente, en ello hay una prueba [del poder de Allah] para quienes reflexionan.} [Corán 16:69] Sólo ahora sabemos que la miel tiene propiedades curativas y que es un antiséptico leve. Los rusos la utilizaban para cubrir sus heridas en la Segunda Guerra Mundial. La herida permanecía húmeda y dejaba poco tejido cicatrizal. Dada la densidad de la miel, no se formaban hongos o bacterias en la misma. Se observaron mejoras considerables en 22 pacientes con enfermedades incurables de pecho o Alzheimer en enfermerías de Inglaterra; los mismos estaban siendo tratados por la Hermana Carole, una monja, quien usó propóleos, una sustancia que producen las abejas para sellar las colmenas y protegerlas de las bacterias. Una persona que sufre alguna alergia de alguna planta particular puede tomar miel de esa planta para desarrollar resistencia a la alergia. La miel tiene también fructosa y vitamina K. El conocimiento contenido en el Corán con respecto a la miel, su origen, y sus propiedades, fue descubierto siglos después de su revelación.

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