{Y así mostramos a Abraham los reinos de los cielos y de la tierra para que fuera de quienes creen con convicción. Y cuando la noche lo cubrió con su oscuridad, vio una estrella y dijo: “Esto es mi Señor”. Mas, cuando desapareció, dijo: “No amo lo que se desvanece”. Y cuando vio aparecer la luna, dijo: “Este es mi Señor”. Mas, cuando se ocultó, dijo: “Si mi Señor no me guía, seré de los extraviados”. Y cuando vio salir el sol, dijo: “Esto es mi Señor, es más grande (que todo lo demás)”. Mas, cuando se puso, dijo: “¡Pueblo mío!, no tengo nada que ver con lo que ustedes adoran. Consagro mi adoración pura y sincera a Quien ha creado los cielos y la tierra; y no soy de los idólatras”} [Corán 6:75-79].