El ayuno del musulmán está íntimamente ligado a la realización de obras de bien, de manera que en Ramadán debe alimentar a gente necesitada con el mismo tipo de comida que come su familia para perfeccionar su ayuno, lo que aumenta el sentido caritativo y humanitario del individuo.

Dios, Alabado sea, dice: {El mes de Ramadán (es el mes) en que descendió el Corán como guía para los hombres con pruebas claras para guiarlos y hacerles discernir entre la verdad y la falsedad. Aquellos de ustedes que presencien el mes (y no estén de viaje) deben ayunarlo; y quien esté enfermo o de viaje (y no ayune) que compense los días no ayunados más tarde. Dios quiere hacérselo fácil y no difícil, pero quiere que completen los días de ayuno y que (al finalizar el mes de Ramadán) proclamen la grandeza de Dios por haberlos guiado, y para que puedan ser agradecidos} [Corán 2:185].

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